Recién pasadas las 22, la noche tomó un poco de temperatura en el José Fierro. Luego de un primer tiempo muy flojo, el complemento del duelo entre Atlético y Platense tuvo de todo: goles, expulsados y situaciones despilfarradas de manera increíble. Y terminó siendo empate 1-1, con un “decano” que acarició la remontada, luego de haber comenzado la historia con el pie cambiado.
El partido lo terminó activando el propio Atlético, pero para mal. Una pérdida de Nicolás Romero, en el arranque del segundo tiempo, derivó en un penal de Francisco Flores sobre Mateo Pellegrino, que el propio delantero “calamar” cambió por gol con algo de suspenso porque Tomás Durso llegó a tocar la pelota, pero no le alcanzó para sacarla.
Esa fue la primera llegada de Platense en casi todo el partido. Y, a la postre, terminaría siendo la única.
Durante todo el primer tiempo fue el “decano” el que dominó el partido; aunque con poca claridad. Pese a un arranque activo de Mateo Coronel, que parecía contagiar a sus compañeros, la imprecisión se apoderó de gran parte del equipo dirigido por Facundo Sava. Producto de ello, Atlético casi no pudo generar situaciones claras de gol contra un ordenado y minucioso Platense.
Apenas un remate de media distancia de “Cata” Romero que Juan Pablo Cozzani desvió al córner, y un cabezazo de Guillermo Acosta, a la salida de una pelota parada, que se desvió en un rival y se fue al córner, arrancó algunos lamentos sonoros de la hinchada. Nada más.
Pero ese error de Romero cambió el partido. Platense no cambió su postura (la de aguantar agazapado) e incluso la acentuó 10 minutos después casi obligado por la expulsión de Sasha Marcich. En cambio Atlético, por obligación, y ayudado por la diferencia numérica tuvo que asumir una propuesta más audaz. Con pocas ideas, pero mucho empuje, lo hizo.
Marcelo Estigarribia, Coronel, Nicolás Servetto y Justo Giani. Con cuatro delanteros terminó en cancha Sava sabiendo que una derrota calaría demasiado hondo en el ánimo del plantel. Y aunque el resultado final no haya sido el que esperaban todos en 25 de Mayo y Chile, la jugada le terminó rindiendo frutos al entrenador.
En una de las pocas jugadas colectivas que pudo armar con lucidez y precisión, faltando menos de 10 minutos para el final, llegó el empate. Juan Infante, Acosta, Coronel, de nuevo Infante, Estigarribia y gol. Así fue la secuencia que arrancó el grito sagrado en el Monumental. “Chelo” definió en el centro del área y empató el partido.
El envión del gol se sintió en las tribunas y también dentro de la cancha. La remontada se percibía en el aire y estuvo muy cerca de concretarse. Apenas instantes después del gol de Estigarribia, Coronel apareció solo en el segundo palo. Pero le erró al arco. Esa fue la más clara que tuvo el “decano” para ganarlo, pero no la única. Giani sacó un zurdazo que se desvió en un rival y terminó en el córner y Castro Ponce remató débil a las manos de Cozzani.
El empate resulto amargo Atlético. Pese a la poca claridad, fue superior a su rival, pero pagó caro un error puntual y la falta de efectividad. Esos detalles que deberá corregir Sava porque con tanta irregularidad será difícil que aparezcan los resultados